Geriátricos, peloteros y boliches, algunos de los sectores que aguardan una respuesta del Gobierno
A ellos se suma la industria de los eventos, que llevan meses sin poder trabajar. Familiares piden asistir a los hogares para visitar a sus afectos.
Si bien la provincia reactivó gran parte de las actividades que habían sido suspendidas por la situación sanitaria, hay sectores que aún esperan alguna respuesta concreta de parte de las autoridades para volver a trabajar o reencontrarse con sus seres queridos.
La angustia se evidencia en quienes tienen a sus padres en geriátricos de San Luis, a los cuales no se puede acudir desde hace más de tres meses. En marzo, con el comienzo de la pandemia, quedaron prohibidas las visitas y recién se reanudaron en junio.
Sin embargo, la concurrencia de familiares a las residencias volvió a quedar suspendida por el incremento de casos en la provincia.
Juan Pablo Galanzini apeló a las redes sociales para dirigirse al gobernador Alberto Rodríguez Saá y pedirle poder reencontrarse con su madre, a quien no ve desde hace más de tres meses.
En un último posteo contó que la mujer estuvo internada en el Hospital de San Luis tras ser diagnosticada de Covid-19 y no ha podido verla. “Tengan algo de corazón y dignidad”, reclamó.
En forma simultánea, también quedaron interrumpidas las visitas a los internos en las dos cárceles de San Luis.
Las medidas fueron dispuestas para evitar la propagación del virus, pero no fue posible debido a que en las últimas semanas se registraron casi 50 contagios en el penal Pampa de las Salinas, en La Botija.
Hasta el momento se desconoce si el Gobierno provincial está analizando la posibilidad de permitir la asistencia.
El panorama también se presenta con preocupación para los trabajadores que debieron paralizar sus actividades por la pandemia y no han tenido ingresos durante ese periodo.
En esta situación se encuentran los salones de eventos, peloteros y boliches. En este caso llevan casi 10 meses sin poder funcionar y aguardan una habilitación con protocolos.
Este miércoles hubo una movilización que reunió a los rubros a fin de pedirle a las autoridades la posibilidad de reactivar las actividades.
Plantearon que no hay impedimentos para que puedan retomar sus funciones con la aplicación de protocolos y medidas de seguridad.
Al mismo tiempo, expusieron que son cientos las familias que dependen de los sectores, que incluye a sonidistas, iluminadores, cocineros, personal de seguridad y limpieza, fotógrafos, mozos, bandas musicales, bartenders y bacheros.
Puntualmente en los salones de eventos las inquietudes se agravaron por las determinaciones del Gobierno en relación a las fiestas de egresados y la restricción para que solo puedan asistir los estudiantes.
En muchos casos, los jóvenes desistieron del festejo y pidieron la devolución del dinero. Esto agravó el panorama de las empresas debido a que presentan dificultades para reintegrar la totalidad debido a que ya habían hecho inversiones.
Por su lado, los boliches tenían las expectativas puestas en la temporada de verano, pero a poco de culminar el año no han tenido avances y por eso buscan ser recibidos por el Comité de Crisis.
Desde Sky transmitieron que han presentado notas al Gobierno provincial para obtener una reunión y dialogar sobre la reapertura.
“Las fiestas clandestinas van en aumento y para estas fechas más aún”, advirtió uno de los dueños, Ricardo Páez.